Los obispos de las diócesis de Barbastro-Monzón y de Lérida presidieron la eucaristía que reunió una treintena de imágenes.
Un millar de peregrinos con una treintena de imágenes de María han asistido este sábado en Castejón de Sos a la cuadragésimo tercera Romería de las Vírgenes de Ribagorza. Los obispos de las diócesis de Barbastro-Monzón y Lérida, Ángel Pérez y Salvador Giménez, respectivamente, han presidido junto a una decena de sacerdotes la multitudinaria eucaristía oficiada en el abarrotado polideportivo municipal de Castejón.
El obispo altoaragonés ha destacado el seguimiento, pese al mal tiempo. “Las previsiones eran peores imposible y aún así se llena el pabellón y sobrecoge. Estoy emocionado y conmovido porque María es el atajo para llegar a Dios”, ha dicho. Giménez ha considerado que “la fe y la devoción no tienen fronteras”, aspecto en el que ha incidido el presidente ribagorzano, Roque Vicente, para quien el encuentro “refuerza lazos entre territorios”. Con su alcalde al frente, José Manuel Abad, los vecinos han recibido a las vírgenes bailando el tradicional baile de los pañuelos en una misa cantada por Els Pitarrois del Freixe.